14 ago 2011

Una tarde de calor, tirados en el parque los dos, sin importar que el pasto nos pique, con el cielo despejado, ambos con los ojos cerrados disfrutando del momento tranquilo de esa paz que había en el aire, que me transmitías con tu abrazo. Cuando levanto mis párpados y te miro me pregunto, ¿Qué más paz puedo pedir? Sos lo más lindo que me pasó en la vida y no necesito más.

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